martes, 3 de mayo de 2011

Empresario Ricardo Fernández Barrueco asegura haber sido estafado

Viernes, marzo 4th, 2011
Publicado por Stephanie Arrieta


Primicias24.com – Hace aproximadamente 15 meses, el tribunal 11 de control de de Caracas ordenó la aprehensión del empresario Ricardo Fernández Barrueco, por la comisión de delitos sancionados en la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Reforma parcial de la Ley General de Bancos y Otras Instituciones Financieras.
El nombre de Fernández Barrueco empezó a sonar fuertemente en el país durante 2002, cuando se originó el conocido “paro petrolero”, y este prestó la infraestructura de sus negocios para superar la emergencia ocasionada en Venezuela, por sectores económicos apoyados por Fedecámaras y la CTV.
Por algunos años dejó de aparecer en la prensa, hasta noviembre de 2009 cuando fueron intervenidos por Sudeban cuatro bancos de su propiedad; Bolívar, Banpro, Confederado y Canarias y posteriormente acusado de usar el dinero de los ahorristas en intereses personales.
Sin embargo, presuntamente, todo lo que se ha dicho desde entonces parece no ser tan exacto, por esoPrimicias24.com investigó como fue engañado y estafado por altos funcionarios del Ejecutivo Nacional.
Fuentes exclusivas, aseguraron que en 2008, Ricardo Fernández fue invitado a una reunión por la Superintendente, María Elena Fumero, la Dra. Esther de Margullis, y los que para ese entonces les había sido negada la adquisición de Banpro y dirigían formalmente los bancos, Ruben Idler, Juan Felipe Lara y Gonzalo Vázquez, donde considerando su persona y su grupo empresarial, que era muy solvente, le fue propuesta la compra de las instituciones financieras como una forma de salvarlas y así poder ayudar al saneamiento del sistema y al Gobierno Nacional en sus propósitos de fortalecimiento de la economía. Esto, supuestamente con procedimientos facilitados desde el despacho de la propia Sudeban.
Cabe destacar, que para ese entonces, Fernández Barruecos, empresario de amplia trayectoria en el mercado económico, tenía ahorros en Bolívar Banco, Banpro, Confederado y Canarias y mantenía créditos en las cantidades permitidas por la ley, igual que tenía depósitos en otros grupos financieros.
Desde esa perspectiva y considerando que la estimación dineraria Fernández la podía aportar en 120 días, este se comprometió con la Superintendente de ese momento.
Posteriormente, el 31 de diciembre de ese mismo año, el nuevo titular de la Sudeban, Edgar Hernández Behrens ratificó lo mismo dicho por Alí Rodríguez Araque y Alejandro Andrade, que contaba con el respaldo total y pleno del Gobierno Nacional para que participara con sus aportes económicos en los planes de recuperación de dichas instituciones financieras, lo cual hizo en las cantidades y formas requeridas.

Inicialmente, le fue indicado por Hernández Behrens, que una vez realizados los aportes correspondientes, paralelamente le serían autorizados los traspasos de acciones de los tres bancos, con el compromiso de parte de Fernández, de vender una de las instituciones, específicamente Bolívar Banco, una vez fuera saneado.
Según lo indicado por la fuente exclusiva dePrimicias24.com, Ricardo Fernández Barrueco vio como inversionista la posibilidad de un negocio, que operado con criterio de eficiencia y productividad podía haber sido de gran ayuda para los sectores agropecuarios y de alimentos con los cuales mantenía estrechos vínculos comerciales desde hacía 18 años, y luego con la venta del Bolívar Banco iba a recuperar gran parte de su inversión, aún cuando el riesgo asumido implicaba que: eran tres instituciones quebradas, sus balances de cierre de 2008 tenían una insolvencia de 3.8 millones de bolívares fuertes, mantenían una cartera de créditos con débiles e inejecutables garantías de empresas de maletín controladas por los administradores de los bancos, tenían desde mucho antes medidas administrativas e inspección permanente con facultades de veto, lo que impedía su autosostenimiento.
En este sentido, la Sudeban, aparentemente, solicitó, cuantificó, supervisó, autorizó el plan de recuperación y verificó los aportes requeridos. Por su parte, Fernández Barrueco, hizo contribuciones para recuperar las pérdidas, cubrir las elevadas provisiones, canceló los créditos insanos de los anteriores dueños y administradores, es decir, cubrió el hueco financiero, además de haber pagado anticipadamente por exigencia de la Superintendencia, los créditos de su grupo de empresas como una medida para cumplir con las formalidades para el otorgamiento del traspaso de acciones de los bancos, según lo establecido en la Ley.
Es importante resaltar, que el precio de las tres instituciones correspondía a la ejecución de los aportes del plan de recuperación y a la desincorporación de las notas estructuradas.
El 30 de julio de 2009, la Sudeban levantó las medidas administrativas como consecuencia de las contribuciones realizadas, dejando la inspección permanente pero sin autorizar el traspaso de acciones, aduciendo la Superintendencia que faltaba el origen de fondos de cada bolívar aportado, lo cual era del absoluto conocimiento del Superintendente y de los inspectores que administraban esas instituciones por cuanto los mismos provenían de las empresas de su grupo.
El procedimiento figuró como una inversión de las empresas de Fernández Barrueco, a través de una Holding propietaria de la empresa de transporte ATC, que era la adquiriente ante la Sudeban, denominada Galopy Corporation International N.V.
Una vez subsanado lo anterior, la Superintendencia otorgaría la correspondiente autorización de traspaso de acciones de cada una de las instituciones, lo cual nunca ocurrió. Por lo tanto, Ricardo Fernández Barrueco nunca puedo disponer, controlar, dirigir, administrar, ni nombrar a nadie en esos bancos a las cuales les había aportado su patrimonio. Así mismo, tampoco pudo aprobar créditos, ni tomar ningún tipo de decisiones, como se le ha hecho ver en reiteradas ocasiones.
Aparentemente, el empresario había quedado en manos del Superintendente y sus funcionarios, para que esas instituciones fueran bien operadas mientras se autorizaba el correspondiente traspaso de acciones.
En virtud del saneamiento efectuado en los primeros cinco meses del 2009, a Fernández Barrueco le fueron remitidos por la Sudeban, cuatro candidatos que tenían la intención de comprar Bolívar Banco. Los primeros, eran un grupo de representantes de la iglesia Evangélica, que tenían interés dado el modelo de negocio (franquiciado), pero su propuesta de adquisición nunca llegó. También Leonardo Buniat, experto financiero y asesor de diversos bancos, le presentó a Fernández Barrueco a Alejandro Garoz Sigala de Central Banco Universal y a Gonzalo Tirado, quienes presentaron una propuesta de compra. El siguiente candidato fue Pedro Torres Ciliberto, propietario de varios bancos y casas de bolsa de larga data, quien ofertó formalmente la compra del Bolívar, sujeto a la aprobación previa de la Sudeban, ya que las mismas estaban controladas por ese despacho.
En sentido, Pedro Torres Ciliberto, aseguró que él se encargaría de conseguir ante las autoridades el reconocimiento de Ricardo Fernández como accionista, para que este le pudiera traspasar formalmente el banco.
Posteriormente, en el mes de julio del mismo año, Barrueco fue invitado a una reunión con el Superintendente y Torres Ciliberto, para que fuera formalizado todo lo concerniente a la al traspaso de las acciones de los tres bancos (Bolívar, Confederado y Banpro), para poder proceder con la venta del Bolívar a Torres Ciliberto.
Más adelante, Pedro Torres Ciliberto, le planteó a su aparente vendedor, que él controlaba conjuntamente con Alvaro Gorrín el Banco Canarias, y que este último era dueño de la casa de bolsa U21, que actualmente estaba siendo dirigida por su hijo.
Según lo explicado por Torres Ciliberto a Ricardo Fernández, el control del Canarias lo tenían a través de una empresa dueña de Credican, que a su vez era dueña del 99% del Banco Canarias.
Torres le indicó a Fernández que para él comprarle Bolívar Banco, era conveniente que el Banco Provivienda, por ser un banco universal, adquiriera el Banco Canarias por vía de compra de las acciones de Credican, mediante una OPA. En su planeamiento, destacó que Credican haría un aporte para el saneamiento de su cartera con problemas en el Canarias, que sería de un millón de bolívares fuertes más los 844.000.000 bolívares fuertes que ya tenían como patrimonio del banco y que el valor del Canarias era, según el mercado, 5.000.000 bolívares fuertes más impuestos de la operación.
Tras distintas reuniones entre ambos (Torres Ciliberti y Fernández Barrueco), acordaron que se perfeccionaría la transacción de Banpro y Canarias con un contrato auténtico, una vez que la Comisión Nacional de Valores y Sudeban, adscritos al Ministerio de Finanzas lo autorizaran.
El contrato establecía que Ricardo Fernández, tenía que hacer un aporte patrimonial a Banpro de 600.000.000 bolívares fuertes, apartes del plan de recuperación, con eso Banpro se fortalecería al igual que el Canarias, lo que le daría un prestigio a las dos instituciones, acercándolas a estar entre los cinco primeros bancos del país, lo que los iba a hacer más competitivos para dar mejor servicio y alcance para mayor cantidad de clientes y esto daría fortaleza a la economía nacional al ser una vía para atender el desarrollo de todos los sectores productivos del país.
Con toda la información recabada por Primicias24.com, así como las investigaciones realizadas, la operación fue aprobada por la Comisión Nacional de Valores y la Sudeban tenía 45 días para negarla, según lo establecido en la Ley.
Enlaces de interés a esta nota
http://primicias24.com/nacionales/empresario-ricardo-fernandez-barrueco-asegura-haber-sido-estafado/
http://primicias24.com/tag/ricardo-fernandez-barrueco/
http://elpalomo.info/2010/09/ntn24-aqui-vamos-nuevamente/
 http://vencedorenboyaca2.blogspot.com/2010/04/alvaro-gorrin-ramos-se-autoincrimina-en.html
http://primicias24.com/nacionales/ricardo-fernandez-barrueco-documentos-del-caso/